En un intento de reducir los costes de producción de la insulina que utilizan los diabéticos, un grupo de científicos estadounidenses ha desarrollado plantas de tabaco transgénicas que producen insulina. En el trabajo que acaban de presentar, muestran como hacer que, tanto el tabaco como la lechuga, produzcan el precursor de la insulina.
Pero su trabajo no ha quedado ahí, han comprobado que esta insulina funciona. Para ello, han dado de comer las hojas de tabaco a ratones que comían una dieta con alto contenido en grasa. Así, mientras los ratones que comían hojas de tabaco normal se volvían diabéticos, los que se alimentaban con el tabaco transgénico tenían unos niveles de glucosa más bajos y sufrían menos inflamación en el páncreas.
Debido a los posibles efectos negativos de comer tabaco, antes de intentar comprobar este tipo de resultados en humanos, van a ver si pueden obtener los mismos resultados con las lechugas transgénicas.
Publicar un comentario