Cómo transformar el vinagre en hidrógeno para tu coche

Con la idea de evitar los gases de efecto invernadero, desde hace tiempo se ha considerado la generación de energía sostenible a partir del hidrógeno. Sin embargo, hasta ahora la mayoría del hidrógeno se obtiene del gas natural, el cual no es un combustible muy ecológico.

En un trabajo presentado la semana pasada, un grupo de científicos acaba de mostrar que se puede obtener hidrógeno a partir de cualquier materia orgánica biodegradable. El truco, la electrohidrogénesis, una técnica que hasta ahora había dado unas producciones de hidrógeno bastante escasas.

La nueva pila de combustible contiene unas bacterias que consumen ácido acético, el principal componente del vinagre y un subproducto de la fermentación de la glucosa. Cuando les aplican una diferencia de potencial tan pequeña como 0,8 voltios, las bacterias generan electrones que pasan al ánodo al cual se encuentran adheridas.

A través de un cable, los electrones fluyen hasta el cátodo dando lugar a una corriente eléctrica. Y es ésta corriente la que genera el gas hidrógeno. Un gas que puede producir casi tres veces más energía que la empleada en su obtención.

Pero no sólo de acético se alimentan las bacterias. También han sido capaces de conseguir hidrógeno a partir de otros ácidos orgánicos, e incluso de celulosa.

Con esta nueva técnica, se abre la posibilidad de generar energía renovable económica a partir de restos vegetales. En principio, esto sería más sencillo y rentable que el uso de los llamados biocombustibles. La aplicación inmediata en la que todos estamos pensando, son las pilas de combustible que se usan en los vehículos de hidrógeno.

Sustainable and efficient biohydrogen production via electrohydrogenesis. Proc Natl Acad Sci U S A. vol. 104 pág. 18871.

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